Seguro que os ha pasado a más de uno, estáis charlando de algo y hay uno que da su opinión, otro le rebate esa opinión con datos y su defensa, simplemente, es volver a repetir su anterior intervención.
Cuando defiendes algo, la única manera de hacerlo es razonar el porque de tu defensa, pero si tu defensa es repetir y repetir, una y otra vez, como un disco rayado, tu opinión, tu defensa se va a pique, porque le faltan los argumentos, que tus contrarios sí aportan.
Un sitio donde solemos verlo muy a menudo es en los debates políticos, donde por más que salen unos y otros a las tribunas, sueltan su rollo y se van para su sitio. Y claro, así nos va, ninguno se escucha y no se avanza.
Por lo tanto, escuchar, es muy importante hacerlo y con ello, admitir los errores, ponerles solución y seguir avanzando en la meta que se nos ocurra, hacer cualquier otra cosa, es estancarse y no avanzar nada.
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