Las multitudes

No, no vamos a hablar de las avalanchas de gente cuando regalan algo, donde sea. Vamos a hablar de las reuniones y la importancia de invitar a las personas justas, ni una más, ni una menos.

Y es que, sobre todo cuando hay que tomas decisiones, es muy complicado siendo dos, por lo que sólo hay que imaginarse cuando son 15 o 20 los que están en la reunión.

Lo difícil es saber donde parar, ya que casi todos suelen ser importantes, porque cada uno aporta mucho valor. Para esto, hay que hacerlo de dos maneras, las primera es seleccionar a uno de cada parte sobre las que estamos reuniéndonos, o bien, dividir el grupo grande, en pequeños grupos liderados con alguien, y sea ese líder el que acuda a las reuniones de toma de decisiones, reduciéndose el tiempo de la reunión y siendo mucho más resolutivos.