Quizá sea porque hemos tenido suerte en nuestra vida laboral, pero no hemos conocido esas diferencias. Hemos tenido compañeras que haciendo lo mismo que otros compañeros cobraban más y al revés, por lo que, desde nuestra experiencia, lo que podemos afirmar es que depende mucho de cómo sea capaz de negociar cada persona su salario, así lo tendrá.
Y por supuesto, tanto para unos, como para otras, el sueldo se queda estancado por los siglos de los siglos, salvo que te vayas de la empresa y negocies nuevas condiciones en otro sitio, luego te harán contraoferta en tu empresa y tú decidirás si te vas o te quedas. Por lo tanto, como decimos, sigue sin depender del sexo (en lo que hemos conocido), el que se consiga algo.
Así que, es cierto que nos encantaría poder acabar con esa brecha salarial, porque así, no sólo no existirán las diferencias salariales entre sexos, directamente no existirán diferencias salariales y, ante un mismo trabajo, todos cobraríamos lo mismo, independientemente que seamos mejores negociantes o peores, a la hora de pedir el sueldo.
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