Estés donde estés, sueles tener un montón de gente que sabe de todo, aunque no sepa de nada. Y es que somos muy dados a saber todo, aunque no sepamos, pero nos encanta dar lecciones y exigir a quien sea que haga algo, como nosotros queremos, porque estamos seguros que nuestra forma es la mejor manera de hacerlo.
Lo que no nos damos cuenta, es que, normalmente los que están haciendo lo que sea que criticamos, sí que son expertos (o al menos suelen ser), expertos en eso, ya que es su trabajo y nos podrá gustar más o menos, pero nunca debemos opinar si es o no, la mejor manera de hacerlo, salvo que sea nuestra rama, en cuyo caso podemos discutir de tú a tú, e intentar convencer que lo que hacen no es correcto.
Pero no, vemos cada día a expertos informáticos, porque saben escribir una carta en un editor de texto y se atreven a afirmar que tu página web es así o asa y además opinar si el lenguaje de programación que usas es el mejor o debes usar otro, porque lo ha leído en un blog.
Así que, si eres un profesional, detectarás a la legua a los "cuñados" y tienes que ser capaz de poner tierra de por medio, para que no afecte al buen desarrollo de tu proyecto.
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