La que se ha montado, para variar, con los presentadores de los premios Goya. Lo curioso es que todas las quejas iban en el mismo sentido, en explicar lo malo que es el humor de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. Y es que, por más que hemos leído, sólo contaban lo que es su humor, que puede o no gustarte (a nosotros nos encanta), pero no puedes tildarlo de bueno o malo.
Por lo tanto, estamos completamente de acuerdo con lo que han contado en El Conficencial, ellos han hecho su trabajo como siempre, para los que nos gusta estupendamente, pero al que no, pues no le gustó y claro, pues cree que lo hicieron mal.
En definitiva, como decimos siempre, la queja es el deporte nacional en este país. Una vez más ayer se lió con la nieve, que no caía desde hace casi diez años y exigimos tener todo perfecto en cinco minutos que para eso pagamos impuestos, sin darnos cuenta que no podemos tener efectivos (al menos un policía, un bombero y un abogado) por cada persona, para cosas que ocurren cada mucho tiempo. Así que a los que exigen ese tipo de servicios, que vayan preparando 100.000,00 € de impuestos, para pagar a sus tres "sirvientes".
Lo dicho en el título, "el caso, es quejarse".
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