Es triste, pero en las empresas se fomenta que la gente tenga el control de las cosas y por lo tanto, el que más cosas controla, más poder tiene. Y hacer eso es malo para el negocio.
Vamos a explicarnos. Si se fomenta el control de las cosas, al final, para hacer cualquier cosa, necesitas a la persona que tiene ese control, por lo que esa persona, tiene a la empresa totalmente controlada, al menos lo que gestiona, y por lo tanto, con muy poco margen de maniobra.
Siempre lo decimos, los individualismos no sirven para nada y no aportan nada bueno a las empresas en particular y al mundo en general. Cuanta más gente sepa hacer las cosas, menos imprescindible es todo el mundo, por lo que si se quiere conciliar la vida familiar, cualquier podría hacerlo, porque siempre alguien puede hacer su trabajo, lo mismo con las bajas o que alguien quiera cambiar de empresa.
Sin embargo, por el egoísmo de las personas, seguimos empeñados en seguir queriendo ser individualistas y que todo dependa de nosotros, sin darnos cuenta que al final, el día que alguien se dé cuenta que tenemos a la empresa bloqueada, aunque le cueste, nos echará y no querrán saber nada de nosotros nunca.
Como decimos siempre, sigamos buscando la excelencia por el equipo y no por las personas individuales.
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