Muchas veces, nos implicamos con alguien para intentar resolverle un problema y nos defrauda, porque nos engaña, no consiguiendo el objetivo. Y es algo que no entendemos, si realmente tienes un problema y aparece alguien que quiere ayudarte, ¿por qué le tienes que engañar? Con eso, lo único que consigues es que deje de confiar en ti y que además, su implicación en la solución, baje muchísimos enteros, lo que puede llevarte a no conseguir resolver tu problema.
Siempre defendemos que no se debe mentir, ya que las mentiras, como dice el dicho, "tiene las patas muy cortas", por lo que, más pronto que tarde, te pillarán y entonces, no tendrás salida posible. Así que procura no mentir y mucho menos, mentir a aquel que te tiende la mano, porque automáticamente perderás su confianza y con ello, su ayuda.
Y ésto no lo decimos sólo en el ambiente familiar o de amigos, lo extrapolamos a todo, ya que en muchas ocasiones, buscamos una solución a un problema con un producto en una tienda, a un problema de tráfico con un agente y lo que intentamos es engañar, cayendo en ese error, que nos llevará a no resolver el problema.
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