domingo, 23 de diciembre de 2018

Y si ayer hablamos de falta de cariño...

...hoy toca hablar de justo lo contrario. De cómo la familia, en estos días, intenta dejar sus rencillas a un lado, para verse todos y disfrutar unos de otros. Obviamente, no todos están, ni coinciden, pero sí una gran mayoría y en un muy buen ambiente, que fomenta el que se esté a gusto.

Es lo que tiene la Navidad, que, aunque alguno no lo reconozca, algo hay en el ambiente, que fomenta ese estar bien unos con otros, para los que somos creyentes, es ese espíritu de Dios, hecho hombre, el que nos trae esa paz y armonía, que tan faltos estamos en muchas ocasiones.

Así que disfrutar del brote de cariño y dejaros caer en ese espíritu de la Navidad.

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