Muchas personas, se empeñan en opinar en cómo hacen las cosas los demás, incluso de su eficacia, como decíamos ayer, pero nunca se ponen en sus zapatos y entonces, en nuestra opinión, no tienen derecho a juzgar.
Y es que ser jefe desde un despacho, sin bajarse ni un segundo al barro, ni conocer las nuevas herramientas con las que se trabaja, ni lo complejo de algunas cosas, hace que tomen decisiones en base a premisas erróneas y por lo tanto, lleven a estresar a los equipos.
La informática sobre todo es algo que está muy vivo y en muchas ocasiones, una aplicación de hace varios años, es compleja de manejar y no debes cometer el error de decir, tienes que saber lo que vas a tardar en hacer algo, desde el minuto uno, entre otras cosas, porque no es una ciencia exacta.
De hecho, uno de los problemas en los que más se cae, es que si hay un error, hay que solucionarlo en cuestión de horas, pero claro, si quien tiene que resolverlo no es capaz de reproducirlo, difícilmente será capaz de ponerle una solución.
Así que, las personas que tenéis una responsabilidad, cuando algo os choque, sentaron con quien lo hace, ver cómo se hace, intentar entenderlo y luego, opinar si se puede mejorar algo, pero nunca, desde el desconocimiento y escudados en vuestro despacho.
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