martes, 20 de diciembre de 2011

Disparar sin sentido

Una vez más, tenemos que hablar de lo malos que son los directivos en España. Cuando llega el final de año, se suele hacer balance de cómo ha pasado el año, además de ver cómo han rendido tus empleados. Obviamente, cuando un encargado, tiene que hacer balance de los que han hecho sus empleados directos,lo normal, es que valore los resultados de cada uno y actúe en consecuencia. Lo normal, sería despedir aquellos empleados a su cargo, que no han cubierto lo que esperaba de ellos.

En España, no siempre es así, pues muchas veces, el encargado (ya sea este un jefe de proyecto o un director general), le dice al encargado del departamento que ha ido mal, organízalo mejor, porque este año ha ido fatal. Si un departamento va mal, lo normal es que la cabeza visible no lo esté haciendo bien, de hecho, no te enterarías si va bien o mal, si esa cabeza visible hace bien su trabajo.

Por eso, a nuestro modo de ver, los directivos son muy malos, ya que se quedan muchas veces con el problema y pierden los que aportan soluciones, por lo que en el balance del próximo año, es más que probable, que los resultados, sean los mismos o peores.

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