Como hemos comentado en muchas ocasiones, si quieres estar a la última en tecnología, tienes que gastarte mucho dinero y cada poco tiempo, ya que se queda obsoleta enseguida.
Además, te puede ocurrir que tengas mala suerte al eligir los dispositivos. Y hablamos de mala suerte, porque incluso los que conocemos algo de la tecnología, no somos capaces de acertar siempre, cuando algo triunfa y claro, al final, en muchas ocasiones, algo que compras no tiene tirón y, simplemente, desaparece.
Quizá por esto último, nosotros no somos de ir a la última, ya que preferimos exprimir al máximo cada uno de nuestros dispositivos, de manera que compremos el menor número posible de aparatos. De hecho, si algo te funciona, no lo cambies, lo único que conseguirás, es tener que aprender algo nuevo, cabrearte por los fallos de software que tendrá, en definitiva, malestar durante un tiempo, mientras te acostumbras a él.
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