miércoles, 4 de octubre de 2017

Cuando todo es urgente

Muchos directivos, por aquello que decimos del mal nivel directivo existente, en cuanto alguien le expone un problema, le da la máxima prioridad, prácticamente sin analizar el problema, ni su dimensión. Y claro, a un directivo le llueven muchos problemas, por lo que si a todos les da el mismo tratamiento y prioridad, llega un momento en que su equipo, no es capaz de resolver nada.

Los problemas deben estudiarse, valorando el impacto en la compañía, de manera que se priorice, de manera que puedan establecerse prioridades entre unos problemas y otros. De hecho, la mejor manera de priorizarlos es saber cuando es tu fecha tope de resolución y pasárselo a los equipos, de manera que ellos mismos sean los que establezcan cómo resolverlos, para tenerlos en la fecha solicitada.

Pero como decimos, las direcciones no son muy buenas, todo es prioritario y al final, como decimos siempre, "quien mucho abarca, poco aprieta", dando como resultado, no resolver ningún problema, en tiempo y forma.

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