lunes, 21 de marzo de 2011

Cuando las cosas salen mal

Te levantas una mañana, vas a salir de casa, se te cae el mando del garaje y se rompe, luego te pones a planchar y se te rompe la plancha nueva, la cambias por la vieja y la falta de costumbre, hace que te quemes, en definitiva, que preferías no haberte levantado.

La verdad es que esto, pasa mucho más a menudo de lo que se desea y además, estamos convencidos que no se puede evitar, si te toca un día malo, tienes que cargar con él.

Aunque, como decíamos hace unos días, las prisas, ayudan a que no tengas un buen día, ya que todo lo que hemos dicho en el primer párrafo, sucede, normalmente, por la dichosas prisas. La caída del mando, la caída de la plancha, quemarte, todo, sucede por hacer las cosas con prisas. Por eso, hoy, os volvemos a recordar un refrán. Vísteme despacio, que tengo prisa.

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