miércoles, 6 de abril de 2011

El poder de los departamentos

Cuando un departamento, ya sea dentro de una empresa o un grupo dentro de otro, que pretende tener la total decisión sobre todo lo que concierne a su departamento, sin contar con el resto, puede llevar al desastre.

Muchas veces, crear departamentos estancos, puede parecer, a priori, la mejor opción para hacer que la empresa evolucione, pero no es así. La empresa es un todo y como tal, deben depender unos departamentos de otro.

Por explicar las cosas con un ejemplo. Si el departamento de desarrollo de la empresa, decide que la mejor opción para hacer algo es comprar un software y retocarlo para dejarlo a medida de la misma, sin contar con el departamento financiero, podría meterse en unos costes, que la empresa no puede asumir, lo que alargándolo en el tiempo, nos llevaría a un problema financiero importante.

Está bien, que cada uno se dedique a lo que sabe, pero teniendo en cuenta, que si para hacer lo que sabe, necesita de otro área, cuente con ella y la haga partícipe, es más, debería tener a ese área, completamente pegada a él, para toda la toma de decisiones.

De ahí, que en muchas empresas, en las que el trabajo en grupo, simplemente no existe y se da más poder a unos departamentos que a otros, las cosas no funcionen como deben. El trabajo en grupo, sobre todo en empresas grandes, es fundamental, para la buena marcha de la empresa. Lo malo es que, cada vez más, las empresas, optan por crear departamentos estancos, que no llevan las mismas directrices, por lo que acaban ahogando a la empresa. Las fechas, planes, cuentas, etc... deben ser las mismas para todos y hacer a cada departamento, partícipe de las mismas, pues el fin es la empresa, no el departamento, no lo olvidemos.

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