Engañar a tu organización

Es curioso, que cuanto más cerca de la empresa está un director (o eso dice), más la engaña. Y es que, en casi todos los casos, muchas de las normas que se imponen, en caso de cumplirlas, llevaría a la empresa a no avanzar y muchos directores, las defienden de cara a la galería, pero internamente, se las salta todas.

Muchos pensaréis que eso es ser un buen director, ya que defiende las normas y hace avanzar la empresa, pero, en nuestra opinión, nada más lejos. Y es que un buen director, debería ser, siempre en nuestra opinión, aquel que sea capaz de mostrar a sus superiores cuando algo no funciona y tenga que cambiarse. Hacer lo otro, demuestra que le interesa ascender, y la empresa le importa poco. De hecho, por norma general, serán los que tiene a su cargo, los que sufran las consecuencias, en caso de que algo fallase, porque su objetivo será ascender y por lo tanto, tapará sus errores, asignándoselos a sus subordinados.

Por lo tanto, si eres dueño de una empresa y detectas que tus directores, no te informan de los errores que se van cometiendo a la hora de hacer cambios, debes cambiarlos, porque no harán progresar la empresa y, sin embargo, favorecerán el que se hagan trampas de todo tipo.