Cuando estás en un trabajo te acostumbras a hacer las cosas de una manera, todo orientado al sitio en el que estás. Levantarte a una hora, ir por un camino, conoces los sitios donde aparcar, sabes donde tomar café, dónde comer, en definitiva, estás en tu entorno.
Por eso, cuando, sin venir a cuento, de un día para otro, te cambian de oficina, estás desubicado, no conoces nada, temes dejar en coche en cualquier sitio, no sabes dónde comer, por lo que estás inseguro y te puedes hasta cerrar en banda para hacer el trabajo.
Siempre hemos dicho que adecuar tu vida a tu trabajo, no es bueno, sobre todo por estos matices, pero es cierto, que aunque sea poco, trastorna tu vida y dejas de estar a gusto, hasta que pasa un tiempo.
Esta es una razón más, para que el teletrabajo triunfe, estarías siempre en tu entorno seguro, rindiendo mucho y sólo cuando tienes que reunirte con alguien, dejarías momentáneamente ese entorno seguro para hacer esa reunión, volviendo a él en cuanto acaba.
Pensarlo, si no necesitáis que vuestros empleados estén permanentemente en la oficina, proponerles quedarse en casa, veréis como, al cabo de un tiempo, rendirán más y estarán mucho más contentos con la empresa, haciendo que se fidelicen y por tanto reduciendo la rotación de personal, con la consecuente conservación de conocimiento.
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