En la vida en general es muy frecuente depender de terceros para muchas cosas. Pero en la empresa, y lo hemos contado alguna vez, es especialmente frecuente, ya que casi todo, depende del buen hacer de más de un departamento. Aquí, lo que hablamos siempre de equipo, es especialmente relevante, si toda la empresa, no se siente como un equipo, por un lado y si además, algunos, no son capaces de distinguir trabajo y relaciones personales.
Hay una frase que se oye mucho en las empresas, que es "yo no he venido a hacer amigos" y eso, es muy importante. Y es importante, porque, efectivamente, en la empresa hay que tener claro que se viene a trabajar y la amistad es algo que surge, con aquellas personas con las que más roce tienes.
Pero claro, si por amistad o, en la mayoría de los casos por enemistad, haces que tu trabajo obstaculice los fines de la empresa, te estás equivocando y estás llevando algo personal a lo laboral y, al final, puedes hacer que las cosas no se hagan como deberían hacerse, porque tu vida personal, está coaccionando tus capacidades de trabajo. Y el riesgo que corres, es que se demuestre que no eres competente, jugándote tu puesto de trabajo, por tus relaciones personales y estarás, como decimos, equivocándote.
En la vida laboral es fundamental que te ciñas a hacer las cosas como te dicte tu profesionalidad, dejando de lado tus amistades, y si pierdes una amistad por hacer las cosas como debes, realmente no sería tan amigo. Pensar dos veces las cosas, antes de jugarte tu profesionalidad, por una amistad, puedes dejar una mancha en el expediente que luego sería difícil de borrar.
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