jueves, 20 de octubre de 2016

Tranquilidad ante todo

En cualquier problema al que tengamos que enfrentarnos, es fundamental afrontarlo con tranquilidad, de no hacerlo, inevitablemente no seremos capaces de solucionarlo.

Y es que, cuando el cuerpo no está sereno, no piensa igual y por lo tanto, cualquier situación le superará, no razonando y por lo tanto, no pudiendo tomar la decisión correcta para salir adelante.

Y cuando hablamos de esto, lo hacemos pensando absolutamente en cualquier aspecto, desde atragantarse al comer, hasta tener un gran problema en una empresa. Si te atragantas y te pones nervioso, no serás capaz de tranquilizarte y dejar de toser, por lo que toserás más y seguirás atragantado, si te calmas, beberás agua para pasar el atragantado o toserás con fuerza para echar el trozo, y seguir tranquilo. Y lo mismo ocurrirá con un problema gordo en la empresa, si no eres capaz de calmarte y analizar fríamente el problema, seguro que las conclusiones a las que llegas serán malas y por lo tanto, no resolverán el problema.

Así que, nuestra recomendación, a pesar de ser muy complicado, es que cuando surja algún problema, respiréis profundamente o lo dejéis reposar, hasta estar en condiciones de tomar una decisión correcta, y tomarla en frío, os aseguramos que los resultados serán óptimos.

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