No son pocas las veces en las que convocas una reunión y aunque los asistentes te confirmen que irán, luego no aparecen alegando problemas de última hora, dejándote solo ante la reunión, a la que, los que tienen que estar, no están.
Eso al final te genera una sensación de que ignoran, que puede llegar a hacer que no te tomes en serio nada, tal y como parece que te toman a ti.
Por eso, si te pasa habitualmente, debes buscarte a alguien que sí tenga poder de convocatoria y que tome en serio tus iniciativas. De ese modo, la reunión la convocaría esa persona, aunque el fondo y la dirección de la misma te corresponde a ti, lo que hará que consigas tus objetivos, sin que el resto te ignore.
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