Vamos, poco a poco, camino de tener los vehículos completamente autónomos. Y en ese camino, se van implementando automatismos a los vehículos, para llegar al objetivo final. El otro día, tuvimos la oportunidad de probar el asistente de carril y la frenada de emergencia en un coche y no nos convenció del todo. De hecho, nos dejó bastante defraudados y nos hizo pensar que el vehículo autónomo, está más lejos de lo que pensábamos.
Se supone que cuando el vehículo detecta que te vas a salir del carril, frena, corrige la trayectoria y te mantiene en el carril. Y la verdad, o no supimos usarlo correctamente, o no está muy logrado, ya que el cambio de carril, no lo controla y sí cuando te sales al arcén, pero sólo la primera vez.
Y en cuanto a la frenada de emergencia, que previene golpes por alcance, o bien frena cuando ya le das al vehículo que te precede, o no lo hace. Y es que lo probamos y tuvimos que frenar todas las veces porque estando muy cerca, no frenó. Verificamos la configuración y en todos los aspectos, la teníamos en reaccionar lo antes posible, pero sin embargo no fuimos capaces de aguantar, hasta el final, por lo que pronto no reacciona.
Es cierto que todos estos sistemas, de momento, siguen en pruebas y los manuales siguen advirtiendo que son ayudas a la conducción que, en ningún caso, sustituyen al conductor, pero creemos que deberían estar mucho más maduros, si se quiere que los conductores, poco a poco, vayamos confiando en ellos, para llegar al máximo que es la conducción autónoma.
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