Con el calor que hemos tenido estos días y lo que empezó a refrescar ayer, siguen existiendo personas, que piensan que es normal. Nosotros tenemos claro que tenemos un problema, que es difícil de atajar. Y lo tenemos claro, porque tenemos huerto urbano. Un huerto, que a éstas alturas tenía que tener un poco de todo y no tiene de nada. Además, lo poco que sale, no tiene la calidad esperada.
Y es que para que un tomate madure, tiene que tener un tiempo más o menos caluroso, durante su tiempo de maduración. Pues desde que plantamos las tomateras, han salido 4 tomates y, de momento, ninguno ha madurado y la explicación es clara, hemos pasado de un tiempo otoñal hasta hace un par de semanas, para pasar directamente a un tiempo excesivamente veraniego y ahora, vuelta al otoño. Así que las plantas no saben muy bien qué hacer y se nota en sus frutos.
Esperamos que seamos capaces de revertir esto, ya que de no hacerlo, en los años venideros, el tema se complicará más y llegará un momento en el que planeta dirá basta y se acabará la vida, tal y como la conocemos actualmente.
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