El título de ésta entrada es la frase (más o menos), que un médico le dijo a uno del equipo. Y la verdad, es que si analizamos lo que implica una operación quirúrgica, efectivamente es un fracaso.
El cuerpo humano es asombroso, se recupera de traumas increíbles, realmente, sabe curarse sólo. La medicina, la misión que tiene, es que cuando el cuerpo humano no sea capaz de curarse, echarle una mano. Así se hace, por ejemplo, con los antibióticos, cuando una infección se hace resistente. Pero éste médico, tenía claro, que si la medicina, tiene que curar algo, rompiendo, obviamente, ha fracasado, ya que su misión es curar, no dañar y en las operaciones mucho o poco, según sean, se daña el cuerpo.
De hecho, el cuerpo humano, una vez que se ha operado, la parte operada nunca vuelve a ser igual, siempre tienes algún "recuerdo", dolores estacionales, crónicos, pinchazos, en definitiva, nunca queda bien la parte operada, por lo tanto, es un fracaso, como nos decía aquel médico.
Entonces, nos preguntamos, ¿no debemos operarnos? Obviamente, aunque sea el fracaso de la medicina, como nos decía aquel médico, hay cosas que no se saben "arreglar", salvo operando, por lo que sí, hay que operarse en algunos casos. Por eso, cuando algún médico te diga que hay que operar, pide una segunda, e incluso una tercera opinión, si todos lo dicen, opérate con el que más confianza te de. Y decimos ésto, porque hay médicos a los que les gusta operar, creen que la cirugía es un arte (y lo es), pero el arte no esté en operar por operar, está en saber cuándo hay que operar y llegado ese momento, hacerlo perfecto.
Así que si nos es imprescindible y recomendado por varios médicos, no os operéis, una vez hecho, no hay marcha atrás y tendrás un pequeño o gran recuerdo de dicha operación, para el resto de tu vida.
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