Muchos dicen que el fin, justifica los medios y no hay nada más lejos de la realidad. Si para conseguir que un cliente te firmé un contrato, le dices que sí a cosas, que no puedes dar, antes o después, se volverá contra ti. Y es que nunca, mediante mentiras (aunque sean piadosas), ni con omisión de datos que sirvan para una valoración, vas a conseguir que alguien haga algo correctamente, porque te pillará y te tocará pagar.
Nosotros siempre somos honestos, si en algún momento no contamos algo o lo hacemos con una mentira, es porque estamos seguros que es así. De hecho, en muchos casos, si no estamos seguros de algo, usamos el condicional o no contestamos, quedando en mirarlo para dar un buen dato y no el erróneo. Y siendo así, de momento, nos va muy bien. Cuando tenemos un proyecto, rara vez se nos desmadra y cuando surge un problema, encontramos una solución, porque nos implicamos para encontrarla.
Así que elegir, ir con malas artes (que te funcionará un tiempo) o ir con la cara descubierta, que te funcionará siempre.
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