Sobre todo a los hombres, comprar ropa nos desespera y más aún cuando lo que toca comprar son los pantalones. La ropa, por norma general, salvo que te la hagan a medida, tira por todo sitios cuando está nueva, por lo que cuanto más vieja está, mejor te sienta (de cómodo, no de bien). Y claro, pensar en comprar algo, que tienes que volver a "domar", como que no atrae.
Si a lo dicho anteriormente, le añades que casi todo el mundo está a régimen permanente, la cosa se complica, ya que no quieres comprar nada, no vaya a ser que adelgaces y no te lo puedas poner. Y si ocurre al revés, que estás muy delgado y quieres engordar, a ver si luego, no entras en la ropa.
En definitiva, que comprar ropa, siempre es un incordio, por la incomodidad de la ropa (insistimos, no hecha a medida) y por el miedo a que tu cuerpo cambie y no te sirva el tiempo necesario para tenerla "domada".
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