Al igual que los engranajes, que por muy complejos y viejos que sean, si están coordinados y tienen un mantenimiento correcto, funcionan siempre bien, las planificaciones tienen que estar claras, que todo el equipo sepa qué hacer y cómo y entonces lo que sea que pretenda conseguir esa planificación, saldrá. Ahora bien, al igual que los engranajes, si les metes una piedra que evite que alguna pieza deje de girar, en las planificaciones si metes un cambio de golpe, dejan de asegurarte que el objetivo que habías estudiado se cumpla.
Por eso, cuando planifiques algo, intenta no variar esa planificación, salvo que veas que lo que va sucediendo no concuerda con lo que tienes planificado y entonces no te quedará más remedio que cambiar algo, pero cualquier otro cambio, te llevará, sin remedio a fracasar. En primer lugar porque los que tienen que llevar a cabo la planificación, podrán apuntarse al cambio, o no y a partir de ahí, en lugar de salir las cosas, como estaban planificadas, saldrán, a trancas y barrancas.
Así que, como siempre decimos, estudiar la planificación, para conseguir un objetivo y en caso de tener todo claro y cerrado con el equipo, no cambiéis nada, salvo causa de fuerza mayor o por que el objetivo a conseguir no sigue lo que está planificado.
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