Vemos a nuestro alrededor a un montón de personas que siempre piensan en ahorrar y por más dinero que tienen en el banco, supuestamente para imprevistos, cuando llega el momento del imprevisto y tienen que gastarlo, piensan, "¡qué va a pasar cuando se acabe el dinero!". Y es que, ahorrar para imprevistos, es eso, ahorrar para un viaje que te sale, para arreglar la lavadora, para reformar el jardín, en definitiva, para hacer algo que no tenías previsto, pero consideras necesario hacer.
Y por lo tanto, si el dinero ahorrado es para eso, aprovéchalo sin ningún remordimiento, ya que de otra manera, lo único que tendrás es un hucha llena de dinero, para que la disfruten otros, cuando dejes éste mundo y trabajar para eso, la verdad, es muy triste.
Así que ahorra, porque es bueno ir desahogado, pero no te obsesiones, ya que, de hacerlo, no disfrutarás de lo que tienes y tampoco disfrutarás de lo ahorrado, que es fruto de tu trabajo y debes emplearlo en que tu entorno sea más agradable, ya sea en tu casa, tu barrio, en definitiva, de la gente que te rodea.
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