Los sindicatos de los trabajadores, nacen de la necesidad de los trabajadores de tener una representación de fuerza, ante las empresas. Pero, actualmente, ha cambiado bastante ese objetivo. Y ha cambiado, porque los sindicatos sólo miran por sus afiliados y para conseguir ciertos privilegios, sólo para ellos, dejando de la lado a otros muchos trabajadores.
Al final, al igual que los políticos, cuando un sindicato se lleva la representación en una empresa, debe velar por el beneficio de todos y cada uno de los trabajadores de la misma, por lo que, si un directivo tiene un problema y necesita su ayuda, aunque, con mucha probabilidad, no haya apostado por ellos, deben ayudarle. Pero eso no pasa, de hecho, se alegran que a los que no están en su línea las cosas le vayan mal.
Además, cuando una empresa escucha a sus empleados y es dura con los que no hacen bien las cosas, velando por todos los trabajadores, son los que hacen mal las cosas, los que se apuntan, engañando a otros, para montar un sindicato, buscando únicamente que el sindicato les de un trabajo, pero que lo pague la empresa y éste, y sólo éste, es el fin de montarlo.
Así que, como hemos dicho alguna vez, los que trabajan, pocas veces necesitan echar mano del convenio o de "apretar" a la empresa, porque se les valora y son el resto, los menos, los que todo le parece mal. Por eso, nosotros, que hemos tenido alguna experiencia en ésto de los comités, hemos dejado de creer en ellos y creemos más en la fuerza de los trabajadores, sin sindicatos que nos "ayuden".
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