Cuando estamos de vacaciones, nos gusta cogernos las gafas de bucear y el snorkel, para observar el mar donde nos estamos dando un baño. Y la verdad es que es asombroso lo guarros que somos. Nos hemos encontrado, además de los normal, rocas, algas, peces, cangrejos,... cosas que no son para nada normales, latas, botellas, salvaslips, heces, cuerdas de barco,... en definitiva, desperdicios, que el lugar de estar ahí, deberían estar en algún sitio, donde se puedan tratar.
Y aunque seamos muy pesados con ésto, debemos tener en cuenta que es nuestra vida la que está en juego. Ya os pusimos hace unos días, cómo salía del estómago de un pez, un montón de basura, que, procesada por el pez, al final nos la comemos.
Esperamos que el próximo año, cuando volvamos a bucear, veamos el mar limpio y lleno de vida, pero mucho nos tememos que no será así, porque para cambiar las costumbres, se necesitan varias generaciones, que pongan remedio a tanto dispendio como estamos haciendo.
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