Cuando inicias un proyecto, es como vas a hacer un puzzle, tienes todas las piezas y toca empezar a ensamblarlas, como quiere el cliente, para al final, tener el puzzle resuelto.
Pero muchas veces, el que te tiene que dar las piezas, tiene la manía de darte sólo unas pocas, de manera que, cuando te pones a hacerlo, las cosas no cuadran y te rompes la cabeza, para intentar cuadrarlo todo con lo que tienes, sin mucho éxito. Y cuando estás ya al límite, te da otras pocas piezas, pero sigue sin darte el total y además, te aprieta, porque la fecha de entrega está cerca.
Cuando algo así os pase, intentar cortarlo, aunque no es fácil, porque si lo dejáis seguir, no vais a acabar nunca el trabajo, ya que siempre saldrá alguna otra pieza, cuando vea que os hacéis con el puzzle y os trastocará las previsiones.
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