Todos conoceréis a personas que, aparentemente, son felices, muestran una cara entre amigos, en redes sociales, en su trabajo,... donde disfrutan de la vida, siempre están contentos,... pero luego, en casa, muestran su peor cara, son antipáticos, no les aguanta nadie y cuando, de repente, un bien día, se quedan solos, no entienden por qué.
Y es que, proyectar una falsa felicidad hacia el exterior, hace que todo tu entorno te aprecie y les parezcas genial, pero los que de verdad te quieren y aprecian, a los que muestras tu verdadera cara, dejen de quererte y apreciarte y es cuando esos te faltan, cuando realmente te quedas en soledad, porque el resto, te quieren para el trato que tengas con ellos, pero no son los que te ayudan en los malos momentos.
Por eso, siempre debemos mostrarnos como somos ante todo el mundo, de manera que cuando estés mal, te apoyen, cuando estés bien disfruten contigo y al final, siempre sea tú, sin necesidad de ir con caretas, como muchos hacen, no solo en su vida social física, si no también en su vida en las redes, donde cada foto que sale es de alegría, aunque sea pena lo que sientas por dentro.
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