lunes, 7 de diciembre de 2020

Y de repente, todo sale perfecto

Cuando organizas algo, por mucho que planifiques, que hagas pruebas, en definitiva, que pienses en todo, puede que algo no salga bien. Por eso, cuando acabas aquello que organizaste y sale todo como habías pensado es un auténtico subidón.

Y no solo porque los que disfrutan de aquello organizado estarán contentos con el resultado, también porque el esfuerzo de la preparación ha obtenido sus frutos con el resultado esperado.

Y la verdad es que es complicado que eso pase, de hecho, casi nunca pasa, ya que la cantidad de variables que hay que controlar, hacen que cualquier desviación, dé al traste con toda la organización.

No obstante, el objetivo de un equipo que planifica algo, es controlar todas las variables posibles, ponerlas en todos los escenarios posibles y conseguir que cualquier desviación se corrija en tiempo y forma. Y si sale algo imprevisto, tener algún plan de contingencia, que consiga que ese imprevisto, no pase de un contratiempo.

Así que, disfrutar de todo aquello que hagáis y os sale perfecto, porque no es nada fácil.

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