Las letras son caprichosas y muchas veces las escribes de más y otras te las comes (y no porque sea una galletita salada, como las de la foto que ilustra entrada).
Cuando escribes un blog, por mucho que te fijes y releas la entrada varias veces, en muchas ocasiones salen las entradas, con errores gramaticales, debido a ese "problema" de comerse o poner letras de más.
Si te das cuenta, tan sólo tienes que editar la entrada y solucionar el problema, pero claro, cuando el blog, además, lo publicas en automático en las redes sociales (nosotros lo trasladamos, como sabéis, a twitter y facebook), modificarlo allí, ya no es tan sencillo y es que, aunque está publicado en tu cuenta, lo hizo un programa y ya no eres tú.
Así que tienes dos opciones, o borrar lo que hay y ponerlo de nuevo, o bien, dejarlo como anécdota, sabiendo que en origen (el blog), ya lo tiene corregido. Son peculiaridades de hacer las cosas en automático, que tienes que aceptar.
Otro sitio en el que puede aparecer la errata, cuando esta se pone en el título, es la url de la entrada, que ahí si que recomendamos no cambiar nada, sobre todo si ha pasado tiempo, ya que estará así en los buscadores y nadie se suele fijar en ese detalle, por lo que es peor arreglarlo que dejarlo como está.
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