La falta de decisión

El principal problema, para que las cosas funcionen como deben hoy en día, es la falta de decisión. Nadie quiere dar ese visto bueno, esa aprobación a algo, una fecha concreta, ... en cuanto le compromete a hacer algo, recula y no lo hace. Esto, obviamente, lo que lleva asociado, es una tremenda dilatación en el tiempo, para hacer cualquier cosa.

Esto lo vemos en todas partes, en la administración, en la empresa privada, en los partidos políticos,... cuando hay que mojarse, todos se asustan. El segundo problema, a parte del de dilatar en el tiempo las soluciones, es que no se avanza, ya que al ir tan lento, no admite evoluciones.

Todos los grandes avances de la ciencia, se consiguen porque alguien, sin pensarlo, hace algo, si lo pensase, probablemente no lo haría y con ello el avance no tendría lugar. Esos avances, se han hecho, gracias a la toma de decisión del alguien, que, sin ningún miedo y sin norma que se lo impidiese, tomó esa decisión.

Por lo tanto, si queremos acabar las cosas, simplemente tenemos que hacerlas, no pasárselas de unos a otros como una patata caliente, a ver quien se quema con ella.