Vodafone se equivoca una y otra vez

Pues sí, ha vuelto a suceder y no sabemos las que van ya, pero muchas. Esta vez, después de vender nuestra línea de datos del ADSL a otra persona, van y nos ponen en la factura el pago de no respetar la permanencia.

Os contamos lo ocurrido. Estas Navidades, un día, falló el ADSL, como tenemos con Vodafone el contrato, que tiene en el router un módem 3G, que te da ADSL, cuando el cable cae, no nos desesperamos y lo fuimos a conectar. Nuestra sorpresa fue, que no reconocía el PIN y por lo tanto, no conectaba a la red.

Llamamos al servicio técnico y nos pidió que fuésemos a una tienda Vodafone, para cambiar la tarjeta. Así lo hicimos, pero en la tienda, no les aparecía la tarjeta por ningún sitio, llamaron a atención al cliente y tampoco supieron decirles nada, por lo que nos pidieron que volviésemos a llamar al servicio técnico.

Pues bien, en el servicio técnico, revisan la línea, que se supone que era nuestro backup de ADSL, y la tenía asignada otra persona. ¡Increíble!, no entendían qué había ocurrido. La solución que me dieron, fue solicitar una línea 3G, de manera que nos enviaran una nueva tarjeta, y en cuanto estuviese el pedido hecho, les llamásemos para asociarla al ADSL y dejarlo todo correcto.

Eso hicimos, cuando hablamos con atención al cliente, les contamos el caso y nos dijeron que estaba todo escrito y procedían a dejarlo todo correcto, a anular la permanencia y que todo quedaría como si no hubiese pasado nada, que les disculpásemos el error.

Pues bien, en la primera factura que recibimos, viene con regalo, 150,00 € (+ IVA), por "Cancelación Contrato Permanencia", pero, ¿qué contrato? Total que llamamos y les avisamos que ya pueden arreglarlo, porque esa factura no la vamos a pagar. Nos vuelven a pedir disculpas y aseguran que lo arreglarán, antes de que pase la factura por banco.

Y así son las cosas, mes a mes, con todos los que nos dan servicios, la luz, el gas, el agua, el teléfono,... tienes que estar revisando todo, porque en el momento menos esperado, te la cuelan y siempre somos los mismos, los que pagamos el pato, una verdadera pena.

Ya os contaremos cómo se resuelve el culebrón, que vaticinamos que tendremos que devolver la factura, aunque nos queda un resquicio de duda, ya veremos.