Cada vez que vamos al fisioterapeuta, vemos que hay mucha gente en la consulta. Hay cada vez más clínicas funcionando, salen nuevas técnicas y vemos nuevos síndromes, que vienen, en su mayoría, causados por la movilidad tecnológica que tenemos.
Hoy, en todas partes, con nuestro móvil tenemos acceso a tiendas, a conversaciones con otras personas a través de las redes sociales, al control de varios aparatos en nuestras viviendas, en definitiva, a casi todo, desde la palma de la mano. Y si algo requiere algo más de visualización, tenemos las tabletas y en última instancia, los portátiles. Y para todos ellos, no es necesario tener una mesa y una silla en la que estar cómodamente sentados y trabajando. Nos vale un banco de un parque, el césped, una cama,...en definitiva, cualquier sitio, poniendo nuestro cuerpo en posiciones, para las que no está diseñado y claro, ¿dónde acabamos para "arreglarnos"? En el fisioterapeuta.
Quizá deberíamos plantearnos la forma de trabajar e intentar hacerlo siempre de una manera normal (mesa y silla), de modo que las posturas sean buenas, ya que seremos de las primeras generaciones en llegar a la vejez, con muchos de éstos malos hábitos, por lo que desconocemos qué vejez nos tocará llevar. Por nuestra parte, intentamos usar menos el teléfono, salvo para cosas imprescindibles y a ser posibles, en posiciones nada forzadas y el ordenador, también, como si fuera de sobremesa, esto es, usándolo en una mesa. Y aunque es cierto que no siempre es posible hacerlo, lo que hay que intentar es que sea la excepción no hacerlo, nuestro cuerpo lo agradecerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.