Por desgracia, cuando alguien hace las cosas bien, sueles mandarle hacer más cosas y al no las hace, cada vez menos. Ésto, en el mundo en que vivimos, es un gran problema, porque al final, al que trabaja, le explotas en exceso y al que no, le dejas hacer lo que le da la gana. Y siempre hay gente de los dos tipos. Por eso, cuando tengas posibilidad de dirigir un equipo, no se te ocurra hacer eso, o te cargarás el equipo. Al contrario, al que trabaja, dale un aumento de sueldo y un ascenso y al que no, hazle justo lo contrario. De este modo, verás como el que trabaja, seguirá en su línea y el que no, empezará a hacerlo, o bien, se irá, que sería lo mejor.
Y decimos que irse, sería lo mejor, porque en cuanto pueda volverá a las andadas y te volverá a dejar en evidencia, por su falta de trabajo. en definitiva, que a los que trabajan y se dejan la piel, los tienes que tratar, de forma muy distinta a los que no, de manera que todos remen en la misma dirección y no que cada uno vaya a su aire, haciendo perder los papeles, como muestra la imagen, a aquellos que sí trabajan.
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