A todos nos ha pasado alguna vez, mandamos un correo, un whatsapp, un SMS, una llamada de teléfono,... y cuando eliges el contacto seleccionas el que no es y claro, puede que no pase nada o puede que pase de todo.
Y es que, quien no ha recuperado a un amigo, porque le llamó por error unos cuantos años después y de tener perdido el contacto, pasó a quedar a cenar una vez al mes. Eso por la parte buena (o mala, no sabemos bien), porque quien no ha puesto a parir a alguien que se llama igual que a quien se lo cuenta y se lo manda al que está poniendo de vuelta y media y claro, ya no hay quien rectifique.
Así que, tener cuidado, verificar bien a quien enviáis qué, no cuesta nada justo antes de darle al botón verificar que lo que envías, realmente tiene de destinatario, la persona o personas que quieres, sin que luego tengas que arrepentirte.
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