El consumismo empieza a cansarnos

Hace algo más de dos años nos preguntábamos "¿Compramos lo que queremos?" y hablábamos de cómo los supermercados nos llevan a comprar ciertas cosas (unos más que otros), a las que te acostumbras de modo que luego sea difícil cambiar de proveedor.

Y eso, no está mal, porque al final es un negocio que pretende fidelizar clientes y lo hace como buenamente puede. Pero se les puede ir de las manos, si empiezan a buscar demasiado beneficio, como dice el refrán "la avaricia rompe el saco". Y es que algunos clientes buscan marcas, que tú tienes en el supermercado y aunque esas marcas no te dejen mucho margen, si decides quitarlas, perderás a aquellos clientes que tienes fidelizados, entre otros productos, por ese.

Así que entre que los precios están inflados, desde que entró el estado de alarma y que algunos productos van desapareciendo de algunos supermercados, es muy probable, que los clientes empiecen a moverse y, como decíamos en aquel artículo, las compras por Internet subirán mucho más.