Sabéis que no somos nada amigos de hacer documentación y cientos de páginas explicando cómo hay que hacer un proyecto, pero lo que tampoco es viable es hacer un proyecto sobre la marcha, según vayan saliendo las cosas.
Cuando toca hacer un proyecto, lo importante es saber qué se quiere y cómo se pretende hacer, sentarse, pensar cómo lo vas a hacer y establecer la forma de hacerlo.
Para eso no es necesario hacer muchos documentos, simplemente trazando las bases y explicando los pasos, se puede arrancar y tal y como se establece en la metodología Agile, se va abordando, variando la planificación, a medida que se avanza. Pero siempre con el objetivo final claro.
No hacer las cosas así, es lo que hace que, la metodología Agile en muchos casos, falle, porque quien la ejecuta no lo hace correctamente y se piensa que las cosas van saliendo siempre sobre la marcha, sin tener claro el objetivo final y eso, es lo que hace que no funcione y no se llegue a buen puerto en muchas ocasiones.
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