Que levante la mano quien nunca le haya pasado, ir a comprar algo y con las cajas en el carro, ver que no entran en el coche. Bien, no vemos ninguna mano levantada.
Y es que es muy habitual ir a comprar cosas, ves que entran en el carro y te piensas que tal cual, entrarán en el coche, pero no, porque el coche tiene recovecos, el techo no es todo lo alto que parece, en el almacén todo parece más pequeño,... total que no entra todo y te ves en la tesitura de tener que devolver las cosas, porque no puedes llevártelas.
Eso, o bien, contratas a alguna persona, de las que saben que esas cosas pasan y están con su furgoneta, esperando que les contrates para hacerte un porte, sacando un buen rédito de ello, ya que en muchos casos, no son precisamente baratos.
Afortunadamente en las paginas web de las tiendas, suelen venir las medidas de los paquetes, por lo que puedes desde casa, medir tranquilamente donde vas a meter cada cosa y si entra en un sólo viaje, o toca hacer más de uno. Y aún así, cuando está muy justo, te sueles arriesgar y toca ir con el portón abierto, o te cargas la luna, porque ocupa todo el largo y al cerrar el portón, la revientas,... gajes del oficio.
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